Después
de tanta ausencia aún sigues a un sueño de distancia.
Los
dos nos quedamos debiendo amor, tiempo, besos y caricias. Nos
quedamos debiendo la vida entera.
Con
un mucho de suerte, un día cualquiera, mientras
caminamos por una calle los dos -ya otros-, sentiremos que un viejo
conocido nos mira sorprendido. La vida se detendrá y
adivináremos una vez más el amor en los ojos del otro.
Lo reconoceré en tu mirada y tú lo sentirás, porque mis ojos
te dirán preciosa. Quizá nos abracemos y quizá, quizá
emprendamos el regreso al amor que esta vida nos quedó debiendo.
Yo,
en todo caso, te esperaré cuantas vidas sean necesarias para decirte
una vez más que te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario