lunes, 31 de diciembre de 2018

Cuento con un posible final perfecto



Es treinta y uno de diciembre. Llueve. Las últimas horas de este año caen sobre la ciudad y en silencio desaparecen. El cielo está nublado y la gente se recoge con sus tristezas y alegrías en sus casas. 

En mí hay optimismo por el mañana. Pues cada año que comienza puede ser una segunda oportunidad. Difícil que algo cambie, pero en mí, siempre por esta época, hay un atisbo de esperanza que me dice que la magia existe, que todo es posible. 

Así que hoy a medianoche, exactamente a medianoche, te preguntaré si quieres que nos veamos, que volvamos a reír y a charlar. Quizá, para al fin ser felices. 

domingo, 28 de octubre de 2018

No sé si es bueno o es malo eso de tener 63 años.

Es increíble que ya tenga 63 años. ¿Cómo puede ser que ya sea tan viejo? No sé si es bueno o es malo eso de tener 63 años.

También es sorprendente que acepte con tanta tranquilidad lo que el tiempo ha hecho conmigo: un viejo más. 


He leído, hablado, debatido y aprendido mucho, pero no estoy seguro de ser más sabio. Veo menos, me muevo menos. Hace tiempos que no bailo. Ya nunca corro. 


Me río igual. Pero a veces hay cierta amargura en la risa. Me gusta vivir, pero no sé si a la vida le interese eso mucho. 


Tengo menos temores y más certezas. No creo en pendejos ni descrestadores ni motivadores, ni nadie me puede echar cuentos chinos. Soy más tranquilo. Más aburrido, también.
Lo jarto de esta edad es que uno se vuelve invisible para muchos. 


He corrido con suerte y tengo una salud buena. Pero eso no quiere decir nada. Mañana todo puede cambiar en un instante. Y eso también es ser viejo. 


Lo bueno es que ahora procuro no hacer nada que no me gusta ni aceptar lo que sé que no está bien. 


No sufro porque le caiga bien o mal a las personas.
Hago lo que me gusta. Y eso antes casi nunca lo hice. Tampoco lo lamento porque tenía otros deberes y yo era otro. Era joven.


Me gusta caminar y cuando puedo nado. 


No pretendo nada diferente a vivir lo mejor posible y a opinar sobre lo divino y lo humano siempre. 


No me quejo de mi vida, ni de la pasada ni la presente. Hubo momentos buenos, regulares y horribles. Han podido ser mejores o peores. Pero es absurdo molestarse por ello. 


Hubo épocas en que me creí el dueño del mundo, pensaba que nada era imposible para mí; también tuve mañanas en que no quise despertarme nunca más. Tengo heridas que ya sanaron, pero a veces duelen, que nunca superaré. 


Amé y me amaron. Luego, fui feliz y di felicidad y sufrí e hice sufrir.


Conozco la felicidad, la tristeza, el dolor, la pérdida, el triunfo, la derrota, la abundancia y la escasez, la soledad y la compañía. 


He conocido a todo tipo de personas. Me es fácil hacer amigos, pero siempre he preferido la distancia con los demás. 


Hay personas que me aman sin condiciones, otras que me quieren de verdad, algunas que me estiman y aprecian. No puedo querer más. Aunque claro que quiero más, así soy. 


Hoy tengo 63 años y me parece muy bien. Estar vivo siempre es la posibilidad de que a la vuelta de la esquina se encuentre uno con el sueño de la vida. 


Y si algo detesto, son los pendejos que dicen que uno no es viejo por la edad, sino por como se siente.


Yo espero que hasta ahora sólo lleve el 63% de mi vida vivido. 


Si tener 63 años es bueno o malo, no lo sé.

sábado, 2 de junio de 2018

Razones para un posible triunfo de Duque el próximo domingo




    -Álvaro Uribe y su indudable poder de convocatoria. Negarlo sería una torpeza, nos guste o no.

-Las alternativas políticas a Duque que no supieron unirse y fueron divididas a las elecciones. Los egos de Petro, Fajardo y de la Calle pudieron más que encontrar una propuesta común.

-La estrategia de comunicación de la derecha basada en el miedo a la guerrilla (Petro fue guerrillero) y el miedo a que Colombia se volviera Venezuela. Sea cierto o no, el miedo funcionó. La clase media le tiene pavor a perder sus privilegios.

-La estrategia de comunicación de Petro que fue de un socialismo radical a un socialismo democrático dejó dudas en muchos colombianos.

-La estrategia del centro de demonizar a la derecha y a la izquierda como extremistas y polarizadores funcionó y aglutinó mucha gente detrás de esas banderas, pero el ego de Fajardo no permitió la unión con de la Calle. Lograron crear un movimiento de centro, pero no tan fuerte como para ser más que Petro.
La estrategia terminó dejando al centro fuera de la segunda ronda, a Petro debilitado y a Duque a las puertas de ser presidente.
La abstención no creo que tenga la importancia que le dan algunos, pues es muy posible que si los abstencionistas votaran, lo harían en similares proporciones a los que sí votan .

Ojalá no ganara Duque, porque la derecha es más de lo mismo, el fin de los  acuerdos de paz y el abandono de los pobres y miserables. 

Pero todo indica que así será.

martes, 10 de abril de 2018

50 años del atentado a Rudi Dutschke





El 11 de abril de 1968, en Berlín, un nazi, Josef Bachmann, le disparó tres veces a Rudi Dutschke -cabeza y voz del movimiento estudiantil alemán- mientras gritaba „mueran los asquerosos comunistas“. Resultado de la campaña de difamación y exacerbación (hoy dirían polarización) contra los estudiantes encabezada por el diario Bild de propiedad de Axel Springer, antiguo funcionario del ministerio de propaganda nazi dirigido por Joseph Goebbels.

Hay que recordar que en ese momento el canciller alemán era Kurt-Georg Kiesinger, antiguo miembro del partido nacionalsocialista de Adolf Hitler.

En la pascua del 68, hubo un movimiento estudiantil a nivel mundial -comenzó en la Universidad de Berkeley- que se rebeló contra el orden establecido, no sólo contra la guerra de Vietnam y el gobierno vigente, sino exigiendo cambiar la forma de ver y entender la moda, la música, el sexo y las drogas.

La canción insignia del movimiento fue „Street Fighting Man“ de los Rolling Stones.

En la foto Rudi Dutschke (Getty Images).

jueves, 15 de febrero de 2018

La soledad

En medio de la multitud, en el ruido continuo de la gente se esconde la soledad del otro. Cada uno la puede sentir, si pone atención, si deja de escuchar el ruido exterior, ese murmullo de las otras soledades. 

Todos llevamos la soledad tatuada en nuestra vida. unos la callan o la ignoran o la niegan. pero ahí está en cada uno de nosotros. 

La soledad es la esencia del ser humano. Somos la soledad.

Vivimos en nosotros. Allí, en nuestro interior, somos. Y aún así no nos conoceremos nunca del todo. Intuimos, percibimos, tocamos, hablamos y amamos a los otros, pero cada uno permanece para sí, solo.

En medio de la multitud entendemos que no somos los únicos. Pero al saber del otro, también comprendemos que estamos solos en nosotros. 

Aun entendiendo lo que somos, no sabemos todo sobre nosotros, ni nos comprendemos del todo. Somos de alguna manera desconocidos en nosotros mismos. 

jueves, 8 de febrero de 2018

Instantes

Hay instantes como ahora en que amo la vida. Pero sé que hubo momentos en que la odié y los habrá de nuevo.

Vivir es lanzarse al vacío sin saber por qué, ni para dónde ni si llegaremos a un destino. No por audacia, sino por irremediable, nos entregamos a lo desconocido con la esperanza de algo nuevo y quizá mejor.

Vivir, qué paradoja, es estar ciego y aún así reconocer las formas y los colores de lo que somos y nos rodea; intuir la fiesta que es el movimiento, el sentir, el percibir, el soñar, el deseo, el placer y el saber Pero también es el dolor, qué angustia tan grande,... y la certeza de que nada ni nadie ni siquiera nosotros somos para siempre.


Hay instantes como ahora en que me siento tan bien que no me importa que la vida no sea para siempre. 

miércoles, 31 de enero de 2018

Ese yo que pronuncia su nombre



Ese yo
que pronuncia su nombre
aún vive.
De tarde en tarde,
a la sombra de los olivos
ella
imagina a ese
otro yo que la piensa.
Y suspira
por ese que no olvida
que ella
lo salvó de la soledad y el silencio,
ese que escribe poemas
y que como ella
también está solo porque la ama.

martes, 30 de enero de 2018

El que te sueña

Soy el que te sueña,
el que se inventa en el amor
-ese que sin ser, quisiera ser-
el que no quiere despertar de los sueños
cuando la vida no es vida, sino soledad...
la felicidad cuando lo sueñas.

Soy un hombre que busca el amor... y que sabe que el amor es  el destino entre este que sueña y tú que eres el sueño.

¿Quién soy?...una creación de los sueños...un invento del amor...un silencio tuyo...un instante de vida o una soledad que se sueña amada.