En medio de la multitud, en el ruido continuo de la gente se esconde la soledad del otro. Cada uno la puede sentir, si pone atención, si deja de escuchar el ruido exterior, ese murmullo de las otras soledades.
Todos llevamos la
soledad tatuada en nuestra vida. unos la callan o la ignoran o la niegan. pero ahí está en cada uno de nosotros.
La soledad es la esencia del ser humano. Somos la soledad.
Vivimos en nosotros. Allí, en nuestro interior, somos. Y aún así no
nos conoceremos nunca del todo. Intuimos, percibimos, tocamos, hablamos y amamos a los otros, pero cada uno permanece para sí, solo.
En medio de la multitud entendemos que no somos los únicos. Pero al saber del otro, también comprendemos que estamos solos en nosotros.
Aun entendiendo lo que somos, no sabemos todo sobre nosotros, ni nos comprendemos del todo. Somos de alguna manera desconocidos en nosotros mismos.
Aun entendiendo lo que somos, no sabemos todo sobre nosotros, ni nos comprendemos del todo. Somos de alguna manera desconocidos en nosotros mismos.
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