Amor mío,
El
viaje más maravilloso de mi vida lo hice por tu geografía. Nuestras
caricias fueron eternas mientras cruzaban la piel. Nuestros cuerpos
enamorados descubrieron tantos cielos y nunca volaron tan alto como
en ese viaje. Y al final ese momento irrepetible en que atardecí en
tu mirada para siempre...
Ahora
que lo pienso, mientras no cesa de caer la nieve fría de enero, sé que de ese viaje
nunca regresaré.
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