Resulta
que un día hay un gran movimiento de ciudadanos indignados.. Uno siempre escéptico no quiere participar en él.
Pero los participantes le insisten con cantidad de argumentos y uno
deja la pereza y se lanza a cambiar al mundo. Todos se acuestan
revolucionarios, pero al otro día la mitad ya han dejado la
revolución: tenían un compromiso, el entierro del abuelo o hacer la
cola para pagar los servicios.
Pero uno sigue audaz y decidido, a
pesar del escepticismo de muchas revoluciones de un par de días. Se
acuesta revolucionario y qué sorpresa: el único revolucionario que
queda en la calle es uno, el pendejo que no quería hacer la
revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario