El
verano son las ventanas de par en par, los amaneceres azules de las
cuatro de la mañana, el olor vegetal del aire, el canto incesante de
los pájaros, las caminadas por el Rin, las bermudas y la risa, las
largas tardes al sol y las charlas interminables, las noches cálidas
de conciertos rockeros en la Rheinaue o bailar apretadito en un bar
donde tocan grupos de jazz o salsa con el amor de toda la vida, comer
helados de fresa en el Marktplatz de Bonn, caminar vitrinas y mirar a
los otros mientras la vida es feliz con nosotros.
El
verano también es volver a empezar. Y este verano parece perfecto
para dejar de hablarle de ti a mis sueños.
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