„Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.“
Rosa Luxemburgo
El
actual presidente de Alemania, Joachim Gauck, un político disfrazado
de pastor, que le gusta escenificarse como víctima del sistema
totalitario de la RDA, ha hecho unos comentarios que no corresponden
a su cargo, aunque como ciudadano tiene derecho a pensar lo que
quiera, en contra de la posible conformación de un gobierno del Land de Turingia por una coalición encabezada por los Linke,
izquierda, los socialistas y los verdes.
Todavía
se alimenta el miedo a los socialistas, arma ideológica predilecta
del capitalismo, los „buenos“.
Después
de veinte años de la reunificación alemana,de la caída del Muro,
percibo un país que mira su historia aún con los ojos de los
„vencedores“ de la guerra fría (la República Federal Alemana).
Más que la verdad lo que se lee y se percibe en la política actual
y en los medios es el cobro de cuentas a los „vencidos“
(República Democrática Alemana). Más que la historia de Alemania
se describe la „historia oficial“ que pretende mostrar un
capitalismo de la libertad y la democracia y un socialismo de la
dictadura y la opresión. El único hecho irrefutable es que el
capitalismo como sistema económico fue superior al socialismo. Pero
las demás suposiciones son por ahora sólo eso suposiciones.
La
realidad de la RDA fue más compleja y paradójica que sólo el lugar
común de la dictadura totalitaria. En ésta las mujeres tenían los
mismos derechos y deberes que los hombres, todo el mundo trabajaba,
existía una seguridad social excelente, un cubrimiento educativo de
todas las edades, cosas que no existían en la RFA, o no en esa
medida. La mayoría de la gente de la RDA creía en el socialismo,
soñaba un mundo mejor y, sobre todo, no eran seres grises y
subyugados, sino que disfrutaban de la vida y que buscaban como todos
ser felices.
Es
innegable que la RDA era una dictadura, la dictadura del
proletariado, de hecho la dictadura del aparato estatal. Una
dictadura que abusó y violó sus propias leyes y cometió
injusticias con sus ciudadanos.
De
cuando en cuando se alimenta la leyenda negra de que la RDA era
antisemita. La realidad era que parte del aparato del partido era de
origen judío. Entre ellos el más famoso Markus Wolf, jefe de los
servicios secretos. Gregor Gysi, el actual líder de los Linke, es
judío.
Una
considerable parte de la población judía había regresado del
exilio a la zona de ocupación soviética, porque guardaban la
esperanza de poder realizar su ideología comunista, encontrándose
entre estas personas algunos de los personajes más relevantes del
espectro político, científico o cultural de la RDA: Albert Norden,
Hermann Axen, como miembros del partido y del gobierno, Eisler
Gerhard, Gerhard Leo como los principales periodistas, Rappoport
Mitja y Wollenberger Albert como científico, Ernst Bloch, Zweig
Arnold, Anna Seghers, Stefan Heym, Victor Walter, Walter Felsenstein,
Weigel Helene, como artistas y filósofos.
Se
habla sólo de la persecución de la oposición al régimen, pero se
calla la prohibición del partido comunista de la RFA (En USA jamás
ha sido prohibido el partido comunista). Los miembros de este partido
fueron perseguidos, espiados, metidos en la cárcel, se les prohibía
el acceso a puestos públicos y se les aislaba socialmente. Más de
150.000 personas sufrieron en la RFA este tipo de persecución.
Los
sistemas de seguridad del estado de la RFA también espiaban a los
funcionarios y a los ciudadanos que podían ser potenciales enemigos
del sistema.
Pensar
que las injusticias sólo sucedieron en la RDA es propaganda
residual de la guerra fría.
Hoy
existe una Alemania unificada, pero las heridas de la guerra fría no
han sanado. Quizá la próximas generaciones libres de resentimientos
y prejuicios políticos puedan escribir una historia más acorde a la
realidad.
“Sin duda como sistema económico el socialismo en competencia con la economía de mercado fracasó. Pero como utopía, como suma de los ideales humanistas de justicia social, solidaridad, libertad para los oprimidos, ayuda para los débiles es imperecedero.”
Marion condesa Dönhoff
Editora y directora del semanario Die Zeit
No hay comentarios:
Publicar un comentario