lunes, 24 de noviembre de 2014

El tiempo pasa

"Cada viajero perfecto siempre crea el país al que viaja."

Nikos Kazantzakis

Al mirar atrás veo que el tiempo  pasó para el viajero que fui. El tiempo estaba ahí dispuesto a hacer conmigo el viaje de la vida; nos acompañamos en las buenas y en las malas. Me aventuré a ser como creía que quería ser y fui en busca de algo que no sabía si existía o no: el amor y la felicidad. Los  encontré, creí que eran míos, pero eran quimeras. Soledad es lo que he tenido, ha sido mi riqueza y mi infortunio. 

He viajado por el tiempo en busca de mí, en busca de de ese algo que me haga único y en esa búsqueda me encontré con ella. Ella que era mi otro yo. Mi eternidad. Creé países enteros con los sueños que esperaban en la piel de ella. Me dejé vivir intensamente por el amor. Dejé muchos yos en sus brazos. Ella me dejó en busca de su destino.

Soy un ser de tiempo. No soy de ningún lugar, soy de donde esté. Soy un viajero y soy casi un desconocido para mí. Soy efímero. Me intuyo en los otros y la amo a ella. La vida la he aprovechado y desaprovechado, que es la única forma en que puedo ser. Dejé escapar el tiempo, el amor, la fortuna más de una vez y al final me salvé de la derrota.

He vivido varias vidas; he sido varios yos tan diferentes, tan felices a veces, tan tristes otras, siempre curiosos, siempre buscando el nuevo día, interesados todos en conocer, en entender, amando y siendo amados. Viajé a través de la  vida y creo que la eternidad existe, aunque yo muera. 

Sé lo maravilloso que es estar vivo, a pesar de los dolores, de las tristezas, de los abandonos, de los adioses y de los fracasos. 

La eternidad de la vida y del amor quedan en los otros, aunque de la vida de ella y de la mía un día no quede nadie para acordarse. 

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