jueves, 17 de septiembre de 2015

Una noche de septiembre a las cuatro de la mañana





Son las cuatro de la mañana. La ciudad duerme y el ruido ronco del tráfico lejano se cuela por las desiertas calles del barrio. En algún lugar del jardín unos gatos se aman. Mientras escucho el concierto de piano No. 5 de Beethoven leo una biografía de John Steinbeck. 

El apartamento está a oscuras salvo la pantalla del computador y una lámpara que me permite leer. Al alzar la vista del libro y mirar la pantalla veo que en ese preciso momento de la madrugada a miles de kilómetros ella está leyendo un poema que le escribí. Una ola de alegría me ha quitado el sueño y me ha devuelto otro sueño.

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