lunes, 28 de diciembre de 2015

Yo amaba la vida

Yo amaba la vida -es decir, era inocente- hasta que descubrí que las personas están hechas de mentiras, odios, miedos, de ganas de joderse a los demás, de amargar al que no se puede defender, de complejos de inferioridad, de ignorancia y de mezquindad.

Aunque también hay bondad, generosidad, amor y entrega, estas virtudes no saben defenderse, están a la merced de la buena voluntad de los demás.


Sigo amando la vida, pero lo hago a escondidas donde nadie sienta el deseo de destruir mis sueños, porque ven que la vida me sonríe.

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