Si yo pudiera elegir viviría en septiembre. Siempre en septiembre. El mundo parece más tranquilo, más mío en una tarde cálida de septiembre. Los días son largos y las noches se pueden dormir charlando en el balcón. La luna se acerca más en las noches y las estrellas me miran curiosas. Todo es mejor en estos días. Septiembre es ideal.
No hay como soñar que la vida mía se pudiera detener en este mes y yo pudiera bajarme del tiempo para quedarme a vivir en sus campos floridos.
¿Qué sería de mí si no existiera al menos una vez al año ese tiempo maravilloso llamado septiembre?
Y
si yo pudiera amarte mil veces más, mi vida sería un septiembre eterno.
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